Todo pueden ser aspectos de Dios: Jesucristo puede ser el aspecto más amoroso de Dios y Ganesa por ejemplo un aspecto intelectual o un aspecto neutro y luego Ishtar sería un aspecto de Dios sensual y violento y luego Krisna sería otro aspecto aunque ya entraría en la línea de aspecto-avatar y sería algo más complejo, algo más elaborado. San Agustín decía que si puedes entender a Dios lo que estás entendiendo no es Dios porque Dios no puede entenderse por el intelecto y el filósofo alemán Feurebarsch decía que Dios es incognoscible, directamente. Así que casi es soberbia querer conocer algo de Dios o al menos falta de humildad, deberíamos limitarnos a trabajar y a tener una vida sencilla y a formar una familia con nuestro escaso salario tratando de ser buenas personas o al menos tratando de no ser malas personas y los aspectos espirituales reservarlos sólo para teólogos y sacerdotes de cualquier religión. Si de ninguna materia se tiene por qué saber tanto ( debemos ser gente humilde y sencilla) en materia de Dios deberíamos ceñirnos sólo al credo de nuestra cultura y pequeña localidad, el que sea, el que hubiera y como decía el mago espiritual Krishnamurti no querer saber más de lo que tendríamos que saber por nuestra limitada cultura y señalización geográfica. Internet ha roto con todo ésto, es una biblioteca abierta a esoterismos varios y cultos extraños cuyas sapienzas sólo estaban antes al alcance de adinerados maestros de Sociedades Secretas y ahora las conoce un señor de un pueblo de Soria. No me parece en absoluto normal, la verdad ( para nada) y sobre todo que sirva todo ésto de base y fundamento para no querer trabajar, no querer estudiar o no hacer nada. La gente no debería saber tanto, a la gente le vale con tener un oficio y desempeñar una humilde función. El conocimiento eshaustivo sobre los pilares del Orden del Conocimiento ( Ley y Orden) no pueden estar al alcance de cualquiera y sobre todo cuando se utiliza ésto último con objeto de no desempeñar ningún rol en sociedad ( fermento de vacancias) y creo pensar ( tengo la intuición) de que se habían dejado abiertas estas puertas a modo de regalo porque ya se ha acabado todo.
